viernes, 3 de junio de 2011

AUTOEVALUACIÓN DEL CURSO

¿Cuáles son los beneficios de emplear la metodología estudiada en este curso para la enseñanza de la Historia?
Considero que la efectividad de cualquier metodología, estriba en su capacidad para generar procesos de reflexión y de acción –tanto en el niño como en el profesor– que involucren el uso creativo de conocimientos, habilidades y actitudes. Por esta razón, necesito aplicar y analizar la secuencia didáctica diseñada ex profeso –con las adecuaciones pertinentes– para valorar en qué medida favorece el aprendizaje significativo y fortalece mis competencias didácticas. No obstante, el diseño de la situación-problema mediante el trabajo colaborativo, ofreció oportunidades de compartir  saberes y reestructurarlos en función de las ideas que aportaron los colegas.
De los métodos revisados en este curso, ¿Cuál impactó en su práctica docente?
Desde mi perspectiva, el diseño de la situación-problema representó el mayor de mis aprendizajes a lo largo del curso. Por tradición hemos concebido el planteamiento y la resolución de problemas como estrategia de aprendizaje exclusivo de las Matemáticas. Sin embargo, esta metodología ofrece la ventaja de acercar al niño a una experiencia abierta para la cual, no posee todos los conocimientos que le permiten resolverla. Al contrario, genera la necesidad de explicitar ideas, indagar información, confrontar puntos de vista y sobre todo, aprender de manera holística. En este sentido, la situación-problema constituye un aliciente para que los estudiantes analicen los hechos históricos de manera crítica y reflexiva.
¿Qué aplicación tiene lo que aprendiste en el curso?
Como señalé en líneas anteriores, la efectividad de un plan de clase reside en su capacidad para generar ciclos de reflexión. Por este motivo, considero que necesito aplicarlo para contrastar los resultados entre el colectivo docente y con base en ellos, valorar la pertinencia de las actividades.
¿Cuáles fueron los obstáculos que enfrentaste durante el curso?
Me parece conveniente analizar este aspecto puesto que representa una oportunidad para valorar el desarrollo del curso. Estoy consciente de que gran parte de las temáticas analizadas partían de saberes prioritarios (para qué, cuándo y cuándo enseñar Historia), sin embargo, durante el transcurso de las sesiones enfrente el mayor de los retos: dominar los contenidos que son objeto de estudio no sólo para el diseño de la situación-problema (relacionada con la Independencia de México), sino también para abordar los programas de Historia a lo largo de la Educación Básica. Este proceso es complejo y sobre todo, necesario pues nadie puede enseñar lo que no conoce. En este sentido, el apoyo de mis compañeros docentes fue indispensable para despejar dudas e inquietudes así como para valorar el grado de conocimientos que poseo en esta asignatura.

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